Desde que el cine digital llegó a los cines españoles a finales de los 2000s y dejando atrás los 35 milímetros, la evolución tecnológica en los cines ha pegado un salto bestial. Aunque los proyectores a 2K con lámpara xénon son lo más utilizado hoy en día, han habido mejoras en lo que a resolución o a luminisoidad se refiere, y los proyectores láser ahí están para comprobarlo. Los láser eran lo mejor que uno podía esperar. Hasta que llegaron las pantallas LED.
En 2019 se presentó en el Odeon Multicines Sambil de Madrid la primera pantalla LED de nuestro país, una Samsung ONYX. Nosotros nunca pudimos ir a comprobar las ventajas de dicha pantalla pero quien la cataba sabía que no había nada igual. Era un cambio de paradigma. El éxito fue tal que se construyó otra en el Odeon Plaza de Armas de Sevilla.
Y ahora hemos tenido el privilegio de poder asistir (gracias a Borja de Odeon Multicines) a la nueva remesa de pantallas LED para los cines de la mano de LG. Como la ONYX de Samsung ya no se fabrica ha sido LG quien ha apostado fuertemente para el futuro de los cines trayéndonos la LG Miraclass, la primera pantalla en España de este tipo.
En el mundo sólo había cuatro pantallas así (en París, Taipei, Miami y Los Ángeles) pero es que ahora esta quinta que está ubicada en el Odeon Multicines Vilanova de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) no sólo es la primera de España sino que es es la primera de Europa en tener opción de proyectar en 3D. En ninguna de las otras cuatro pantallas se puede.
Pero no nos adelantemos ya que primero hay que ver conocer a este nuevo jugador.
LA PANTALLA
La pantalla tiene un tamaño de 5,1 x 2,7 metros y como ocurre con los televisores OLED aquí cada pixel es un emisor de luz, es decir, un LED. Y esta pantalla tiene más de 2 millones de píxeles (2.048 x 1.080px). Pero la pantalla no está formada de una pieza, ya que está hecha por la unión de 48 paneles de 64 x 45 cm con 46.080 píxeles cada uno. Y esos pixeles LED son del tipo SMD (Surface-Mount-Device) que integran los 3 colores primario: rojo, verde y azul.
Es decir, hemos dejado atrás la clásica proyección de imágenes en una pantalla blanca de tela para asistir a una tecnología autoemisiva o, lo que es lo mismo, de píxeles autoluminiscentes. Esto hace que en pantalla sólo se ilumine lo que se tiene que iluminar, consiguiendo negros puros, gran brillo y un contraste de la hostia.
La pantalla ofrece un procesamiento de color de 24 bits y un alto brillo que se puede ajustar en cinco etapas, de 48 a 300 nits, sin atenuación en las esquinas para mostrar imágenes claras y sin distorsiones. Sí amigos, se sobrepasan los 14 footlamberts que cualquier proyección en 2D en perfectas condiciones debería tener y que no se suele cumplir. Una barbaridad.
A comentar que dependiendo del tamaño o separación entre píxeles, lo que se conoce como píxel pitch, la resolución será mayor o menor. En este caso el pixel pitch es de 2,5mm y la resolución de la pantalla es de 2K.
La parte más polémica de apostar por esta pantalla es el sonido. Pues es verdad, el sonido estarás pensando. Las pantallas blancas de tela de toda la vida tienen altavoces detrás de ella para los diálogos o los canales de la izquierda y la derecha, pero aquí al ser paneles no se cumple. ¿Entonces? Pues los muchachos de Odeon Multicines se han sacado de la manga una solución: posicionar los altavoces en la parte superior y orientados con una serie de modificaciones para disimularlo.
Con el diálogo realmente se nota que viene «de arriba» y no de dentro de la pantalla, pero ni molesta ni es algo con lo que no te puedas acostumbrar. La experiencia se compensa porque la sala tiene un Dolby Atmos con unos graves acojonantes ya que tienen cuatro altavoces debajo de la pantalla y dos en el techo. Te retumban las tripas y tú tan contento.
LA EXPERIENCIA EN LA SALA
Lo primero que llama la atención cuando entras a la sala 12, sin contar la molona entrada que han creado lo de Odeon Multicines, es que no ves la pantalla. Es decir, la luz de la sala es tenue y en el sitio donde debería estar la pantalla blanca de tela no hay nada. Sólo se ven iluminados los altavoces Christie Vive Audio del techo y las paredes.
No es hasta que te fijas que notas que hay algo ahí de color gris que hace de pantalla pero no te cuadra ni sabes lo que es. Vamos, nos sentimos como los monos observando el monolito de 2001: Una odisea en el espacio. No entendemos que es eso en la penumbra y la sensación es extraña. Pero cuando los píxeles empiezan a iluminarse es cuando empieza la fiesta. Y MENUDA FIESTA.
Lo primero que nos proyectaron (ya me entendéis) fue una promo de la propia LG MIraclass que directamente te deja sin palabras. Sin palabras por su gran brillo, colorido, definición y su impresionante contraste de negros. Un negro de verdad. Posiblemente era la primera vez que contemplábamos semejante calidad en una sala de cine.
Después de la promo pudimos ver la pantalla en acción con el tráiler de Transformers: El despertar de las bestias con el que seguimos comprobando que la calidad de imagen era perfecta. Por mucho que lo hagamos no podemos describir lo bien que se ve. De hecho, quizás se ve hasta demasiado bien. Pero sin duda no ocurre como con los 48fps que tu cerebro te dice que algo no encaja. Que algo o va bien. Aquí no entiendes porque se ve TAN BIEN pero lo disfrutas.
LA MIRACLASS Y EL 3D
Al ser la primera LG Miraclass preparada para 3D de Europa pudimos ver en exclusiva los tráilers de Ant-man: Quantumania, Avatar: El sentido del agua y la remasterización de Titanic en formato estereoscópico. Usamos unas gafas que ya teníamos preparadas en el asiento cuantos entramos en la sala y que son de sistema activo.
¿Resultado del 3D? Falta pulirlo. En la proyección en 2D la imagen era nítida y perfecta, pero cuando te ponías las gafas se veían unas líneas horizontales que llegaban a molestar. Nos quitamos las gafas durante la proyección 3D para ver que pasaba y comprobamos que en pantalla no aparecían, así que puede que el problema surgiera de las propias gafas 3D. Seguiremos investigando en los futuros cines que instalen más pantallas LED.
Sí, la inauguración de esta sala también sirvió para anunciar que Odeon Multicines traerá más salas con la LG Miraclass en Madrid y Barcelona en los próximos meses. Eso sí que es un golpe sobre la mesa y ganas de apostar por parte de Odeon por nuevas tecnologías.
Por cierto, de momento esta pantalla sólo puede reproducir contenido a 24fps. Nada de ver Avatar: El sentido del agua a 48fps.
LA CABINA DE PROYECCIÓN
No sé si nos vieron interesados porque no parábamos de hacer preguntas o es que los de Odeon Multicines son más majos de lo que ya son pero la guinda de la inauguración fue visitar la cabina de proyección. Bueno, de proyección ya no. Si lo que primero llama la atención al entrar en la sala es no ver la pantalla blanca, la sorpresa es aún más fuerte cuando te das la vuelta y compruebas que en la típica ventana de la cabina NO HAY PROYECTOR.
Lo único que hay arriba son los racks de las etapas de potencia de los altavoces de la sala y el procesador del Dolby Atmos. El servidor de la LG Miraclass, un Dolby IMS3000, está detrás de los paneles y se puede acceder desde allí directamente o desde el TMS principal que conecta todas las salas para ingerir el contenido.
CONCLUSIONES Y DUDAS FINALES
Una vez más hay que decirlo: esta pantalla marcará un antes y un después en la exhibición. No es algo como la ScreenX, el 4DX o hasta la proyección láser. Este tipo de pantallas rompen con lo establecido y apostar por ellas es garantizar que el espectador que busca la máxima calidad de imagen y sonido la encontrará.
Seguiremos usando el término «proyección» de cine» pero ya no lo será. Si podéis ir al Odeon Multicines Vilanova hacedlo porque es una experiencia como ninguna otra. El nivel de excelencia es muy alto y hay muy pocos peros. Eso sí, de momento nada de 3D hasta que la tecnología mejore el resultado. Quien sabe, a lo mejor el 3D sin gafas está a la vuelta de la esquina…
¿Sigues con dudas? A continuación resolvemos las preguntas que más nos han hecho los que sabían que habíamos asistido a esta nueva tecnología.
¿Se nota la unión de los paneles entre sí? Para nada. Todo está tan bien unido como si fuera una pantalla de una sola pieza. De hecho, el jefazo de Odeon Multicines, Luís Millán, nos comentó en la presentación que han construido junto a IngeVideo un estructura de hierro especial para los paneles que va soldada al suelo. Todo par evitar que con los graves del Dolby Atmos se puedan mover tornillos y desplazar los paneles.
¿La pantalla no es muy pequeña? Bueno, para nuestro gusto sí. Aunque tenga una dimensión de 5 metros que es bastante decente, la construcción de la sala hace que sentarse más atrás de la fila 5 se vea pequeña. Pensad que no es una sala adecuada a la pantalla, sino una pantalla puesta en una sala ya hecha. Y bastante antes ya que la moqueta y las butacas rezan el logotipo del antiguo cine Lauren.
¿No hay pantallas más grandes? De hecho sí. Se podría hacer una pantalla de 10 metros con 192 paneles. Pero como os podréis imaginar sería el doble (mínimo) de cara. Y Millán comentó que esta pantalla de 5 metros ya le ha costado bastante, aunque también confirmó que la Generalitat de Catalunya ayudó con 80.000 euros. Not bad.